¿Cómo se cocinan los calçots?
Los auténticos calçots se asan en una parrilla sobre un fuego vivo, normalmente la leña será sarmiento u otra madera olorosa, se les abrasa su parte blanca, quedando el calçots casi carbonizado por su parte exterior.
Se les da la vuelta, se completa el quemado y se han de envolver los tallos en papel de periódico (en grupos de 10, 15 ó más, según su grosor). Finalmente se servirán en la mesa sobre una teja, si uno quiere cumplir escrupulosamente con la tradición.
¿Cómo se come un calçot?
La calçotada forma parte de un ritual gastronómico que requiere ensuciarse las manos, ponerse un babero, reunirse con la familia y amigos, relajarse y desconectar.
Una vez nos hayan servido los calçots en la mesa sobre la teja, deberemos hacer lo siguiente:
Coger el calçot con ambas manos, cada una de un extremo de la hortaliza, y presionar la parte inferior.
Una vez que sientes como la parte quemada se desprende del resto, se procede a desvestirlo. Tira con decisión y hallarás el tesoro que se esconde en su interior.
Impregna bien el calçot en la salsa típica, elévalo sobre tu cabeza y, tratando de acertar, introdúcelo en la boca.
Ingredientes de la salsa romesco para 6 personas:
1 kg de tomates maduros
1 cabeza de ajos pequeña
3 o 4 cucharadas de pulpa de Ñora Familia Suárez
1 rebanada de pan del día anterior (30 g aproximadamente)
Aceite de oliva para freír el pan
50 g de almendras (sin cáscara)
30 g de avellanas (sin cáscara)
3 o 4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
1 cucharada de vinagre de Jerez o de vino blanco
Pimienta negra molida
Sal
Preparación:
- Hornear los tomates y los ajos durante 30 minutos a 180 ºC
- Freír la rebanada de pan por ambos lados
- Escaldar las almendras y quitarles la piel, tostar las almendras y las avellanas a 160 ºC, hasta que cojan color, y pelar las avellanas
- Triturar los tomates con los ajos pelados, la pulpa de ñora, el pan frito troceado, las almendras y las avellanas
- Aliñar con el aceite de oliva virgen extra, el vinagre, la pimienta y la sal
- Consumir enseguida, reservar en la nevera hasta 1 semana o congelar
Foto de Ana Pattata
Texto de Bon Viveur